domingo, 7 de julio de 2013

4. Riyadh, Arabia Saudí

El mejor prólogo, que podría hacer para un país de tales características, sería probablemente considerado inadecuado, de poco tacto o incluso valorarse de mal gusto. 

Empecemos simplemente diciendo, tras las grandiosas murallas del reinado, se esconde la despiadada realidad. Manifiesta es la más total y absoluta ausencia de libertades consideradas fundamentales, enfermedad sistémica que la monarquía de tipo hereditario, corte dictatorial y perpetuamente totalitario, no está dispuesta a dejar escapar.

Reyes de Arabia Saudita


El uso de la religión, como mecanismo de control, ha sido perfectamente establecido. Un lugar, donde se siguen practicando mutilaciones a modo de castigo, donde un acto homosexual, es penado con la muerte, un país en el que la esclavitud, en todas sus representaciones, está protegida por ley. Aun así, son muchos los que consideran a Arabia Saudí, como garante y protector del Islam. Sus lugares más sagrados, cuyo principal punto de peregrinación es “La Mecca” ciudad próxima a las orillas del Mar Rojo y a la cual tengo prohibido el acceso, ya que, solo los fieles pueden acceder a ella, se sitúan  en territorio Saudí.



Grupo de hombres, Plaza Al Musmak
Sin embargo, cerca de la costa, la floreciente Jeddah me acoge y muestra las tormentosas restricciones a las que se ven sometidas las mujeres, severamente despreciadas, recibiendo constantemente un trato denigrante. Bajo el dominio absoluto del hombre, todas las facetas de sus desgraciadas existencias están subyugadas, por ejemplo;  se considera delito el hecho de ser vista en público sin la presencia del captor. En casos de extrema desobediencia se considerara como delito grave, por ejemplo, el simple hecho de ser cazada al volante de un vehículo, incluso en situaciones de vida o muerte.
Plaza Al Musmak

¿Asfixiante? una constante para la mayor parte de los habitantes que pueblan la Península Arábiga, ¡su amargura es tan densa que llega a percibirse! Arabia Saudí es el aberrante ejemplo de una de las interpretaciones más estrictas e inclementes de la  sharia.  Los cimientos de esta sociedad están instalados en los avernos de la corrupción y la deformación de los preceptos islámicos, exclusivamente con fines lucrativos y  de supremacía. 

Transporte de obreros
Para incrementar el valor de la fórmula, los países exponencialmente desarrollados del Mundo, permitimos que dictaduras tan infames y asesinas, como es el caso que nos atañe, formen parte de organismos internacionales, tales como,  la todopoderosa  ONU, el hilarante G-20, o pasar por alto el idilio que mantiene desde hace décadas con Estados Unidos, ambos obsesionados con el control escrupuloso y exhaustivo de todos los individuos del planeta. Fundamental en este apartado, será recordar que el denominador común de todas estas operaciones de dominación y poder, está cubierto por el oscuro tesoro, escondido en lo más profundo del desierto.



Kingdom Tower


Vistas Kingdom Tower, 302 m. de altura





















Dentro del taxi, afueras de Riyadh

La contemplación de los resplandecientes muros, tallados en el sufrimiento de un millón de esclavos, plagados de sofisticados sistemas de seguridad, los cuales, separan lo más distinguido de la alta suciedad, de los interminables suburbios de una ciudad enferma:

-             ¡Me producen NAUSEAS! 

-         Bueno, pensándolo mejor, quizá estas hayan sido producidas por el sucedáneo de cerveza a base de maíz que tomé del mini bar, en la habitación de hotel, en Riyadh.